¿Queréis saber quienes eran los hoplitas de la antigua Grecia? ¿Os habéis preguntado alguna vez con qué armas combatían a sus enemigos, o qué tácticas y formaciones usaban al entrar en combate? Si queréis saber un poco más sobre este tipo de soldado de la antigüedad no os podéis perder esta entrada.
Orígenes de los hoplitas
La primera pregunta que surge entorno a la figura del hoplita es, ¿formaban parte de un ejército profesional? Pues no, simplemente eran ciudadanos corrientes que cuando tocaba, se enfundaban sus armaduras, cogían sus armas y luchaban por sus poleis. Existían claro está excepciones, aunque muy puntuales. El caso más conocido, por no decir el único, era el de la todo poderosa ciudad de Esparta. Sus hombres eran guerreros profesionales. Entrenados y formados desde muy temprana edad para dedicarse al oficio de la guerra.
En el resto de casos, los hombres que engrosaban las filas de los ejércitos helenos eran los propios ciudadanos. Fuese cual fuese su profesión durante el año, a la hora de luchar por su ciudad tomaban las armas y se dirigían a la guerra. Los campesinos, artesanos, comerciantes, dejaban de lado sus oficios y se encargaban de combatir por sus ciudades y sus compatriotas.
Cabe destacar que durante el año esos ciudadanos soldados, estaban obligados a realizar un período de instrucción militar para no perder la práctica en el manejo de las armas y en las formaciones de combate.
El origen etimológico de la palabra ὁπλίτης (hoplitēs, en nuestro alfabeto) procede de ὅπλον (hoplon) que significa panoplia o equipamiento militar. Por tanto el hoplita era el portador de esa panoplia. Este tipo de soldados de infantería se caracterizaban por portar un equipo pesado.
Su aparición data aproximadamente de entre finales del siglo VIII y mediados del VII a. C., sin poder concretar el paso o evolución de la forma de combate anterior a la falange hoplítica.
Panoplia o equipamiento de los hoplitas
Para empezar, debemos dejar claro que eran los propios guerreros los que debían costearse su equipación. El estado no se hacía cargo de armar a sus ciudadanos soldados. Eso significaba que el grueso de la infantería hoplítica estaba compuesta por hombres de clase media y alta. Los más humildes, aquellos que no se podían costearse un equipo pesado, se tenían que conformar con servir como honderos, arqueros o jabalineros. Es decir como tropas de infantería ligera o auxiliar.
A su vez, los que tenían más riqueza, podían llegar a costearse una montura, lo que les facilitaba el acceso a la caballería.
El hecho de que el equipo del infante pesado tuviese un elevado coste económico hacia que muchas veces este pasará como herencia de padres a hijos.
Elementos defensivos del equipo
Escudo: llamado aspis (ἀσπίς en griego clásico), el arma más importante del hoplita. Era ovalado y cóncavo en su parte interna, hecho de varias capas de madera encoladas una sobre otra. Posteriormente se colocaban varias capas más de cuero, y en última instancia se revestía con una lámina de bronce. En la parte interior tenía dos asideros hechos también de cuero, para que el portador lo pudiera sujetar. Uno para intriducir el brazo y el otro que servía para sujetarlo. La principal característica de este escudo eran sus grandes dimensiones. Con casi un metro de diametro, el elemento defensivo protegía el costado izquierdo de su portador, y a su vez el derecho del compañero que servía a su izquierda. El soldado quedaba prácticamente cubierto desde el cuello hasta las rodillas, por lo que quedaba muy bien protegido.
Casco: llamado cranos (κράνος en griego clásico), estaba hecho de bronce y acolchado en piel o tela para que no molestase al portador y no le provocase rozaduras. El modelo más usado era el de tipo corintio, que estaba dotado de una protección nasal y de carrilleras. Al ser más completo, se reducía la capacidad de escucha del hoplita, cosa que hizo que muchos guerreros hicieran unos pequeños orificios a la altura de los oídos para mejorar la audición.
Coraza: en un inicio estaban hechas en bronce, aunque con el paso del tiempo, para reducir su peso y coste, aparecieron otro tipo de armaduras llamadas linothorax. Estas se fabricaban en lino, como indica la palabra. Se fabricaban con varias capas del elemento endurecido, intercaladas con otras de cuero. Estas armaduras protegían pecho y esplada, dejando los brazos expuestos.
Grebas: eran una especie de espinilleras de bronce que protegían las piernas de los guerreros. En ocasiones cubrían también las rodillas.
Elementos ofensivos del equipo
Lanza: llamada dori o doru (δόρυ en griego clásico), era el arma principal del hoplita. Las medidas del asta eran de entre 2-2,5 metros de longitud y acababa en punta por ambos extremos. La punta principal, hecha en hierro, medía aproximadamente unos diez centímetros, y la trasera de bronce, servia como contrapeso. Esta segunda punta servía para rematar a los enemigos heridos y como sustitución de la principal si se quebraba en combate. Esta lanza no era arrojadiza, el hoplita la blandía durante todo el combate. La usaba para asaetear colocándola bajo su axila o desde arriba, por encima de su propia cabeza.
Espada corta: llamada xiphos (ξίφος en griego clásico) y empleada como arma secundaria por el hoplita. La longitud de la hoja era de unos 60 centímetros, siendo puntiaguda y de doble filo. La funda iba en la cadera izquierda del soldado y en lugar de ir ceñida en un cinturón, colgaba desde el hombro, cruzando el pecho y espalda de su portador. En cualquier caso, la espada se usaba solo en caso de no poder usar la dori, que era el arma principal.
Se calcula que un hoplita completamente equipado, podía acarrear un peso de unos 35 kilos aproximadamente. Eso era mucho para portarlo encima siempre, y es por ello por lo que solían llevar a algún esclavo que se encargase del transporte de la panoplia. Según el grado de riqueza del hoplita, podía llevar uno o más esclavos.
Técnicas de combate hoplíticas
Los hoplitas de la antigua Grecia combatían en una formación llamada falange. Esta era compacta, cerrada y consistía en filas y columnas de guerreros que luchaban hombro con hombro con sus camaradas. Formaban una especie de rectangulo que avanzaba y retrocedía al unísono. El sistema de filas y columnas era mucho más complejo, con nombres para cada una de ellas. En esta entrada tampoco vamos a profundizar demasaido en ese aspecto.
Como norma general, en los flancos de la falange se colocaban unidades de caballería para cubrir los posibles ataques. Los arqueros solían formar detrás de la falange y en ocasiones, si se disponía, la infantería ligera (llamados peltastas), podían formar en los flancos también.
La modalidad de combate de la falange no era más que el reflejo de la propia sociedad helena. Los ciudadanos combatían como un solo ente, para proteger su polis. Es más, combatían junto a sus amigos, hermanos, padres, para potenciar ese sentimiento de unidad. Estaba claro que de esa manera se evitaba la idea de huir y abandonar a sus allegados. Queda claro que todo estaba pensado.
La táctica empleada en el combate era sencilla. Chocar con la formación enemiga e intentar rodearla. Si el enemigo luchaba de la misma manera, es decir, si iba equipado igual, los combates reportaban pocas bajas. Era difícil abatir enemigos tan bien protegidos. La única manera de ocasionar bajas, consistía en quebrar la formación y que esta huyese dando la espalda a su enemigo. Entonces si que era más fácil abatirles.
Rara vez las batallas entre falanges acababan con más de un cinco por ciento de bajas. La mayor parte de la contienda consistía en emplear la táctica en la que la retaguardia empujaba a sus camaradas de las primeras filas con intención de que estos penetrasen en la formación rival. Este tipo de maniobra era conocida como othismos.
Decadencia del sistema hoplítico de combate
Con variaciones y evoluciones a lo largo de su existencia, la falange griega se impondría a todos sus enemigos entre los siglos VI-II A. C. Los macedonios con sus reformas, tanto en el aspecto de la táctica y del equipamiento se impondran al sistema griego tradicional. Pero ellos mismos serán derrotados por una nueva y emergente unidad de combate: la mortífera y letal legión romana.
Pero esa ya es otra historia, de la que hablaremos más adelante, sin ningún género de dudas.
Un saludo a tod@s y espero que esta entrada os haya ayudado a saber algo más sobre los hoplitas de la antigua Grecia. Nos vemos en la siguiente entrega de ¿Sabías qué? El próximo viernes a la hora de siempre, las 08:08 horas.
Natàlia Senmartí dice
Sergio, como siempre, muy interesante tu entrada.
Yo, es que en tema, digamos militar, no soy muy dada, aunque siempre resulta imprescindible cuando se quiere escribir sobre aquellos tiempos, así que te agradezco la información.
!Salve!
Sergio Alejo dice
El que te tiene que dar las gracias soy yo, por seguir mi blog. No es que sea un artículo demasiado extenso pero si que es un resumen sobre la infantería pesada griega. Un saludo y gracias por leerlo Natàlia.