Bienvenidos a una nueva entrega de ¿Sabías que? Hoy voy a hablaros de unos de los enemigos más temibles que tuvieron los romanos en toda su historia: las tribus bárbaras de Germania.
En primer lugar, debo destacar que para los romanos estos pueblos eran primitivos ya de per se. Y creo que teniendo ese prejuicio cometieron un error que les saldría caro a la larga. Esas tribus germanas que ellos veían como inferiores, demostraron ser mucho más capaces de lo que esperaban. No sólo les derrotaron, sino que aniquilaron a varias de sus poderosas legiones. Eso quizás hizo que los romanos cambiasen su percepción previa que tenían de esos salvajes. O si más no que no les infravalorasen como habían hecho hasta entonces.
Primeros contactos entre Roma y las tribus germanas
Los primeros contactos entre ambas culturas debemos buscarlos a finales del siglo II a. C. De ellos, los autores del momento dijeron que eran rubios, altos y fuertes. Los llegaron a comparar con los ya de por si fornidos galos. También decían que combatían casi desnudos y que aguantaban bien el frío pero no el calor.
El propio César en sus obras decía que los germanos vivían en condiciones semi nómadas, y que tribus completas se desplazaban de un lugar a otro. En su conocida obra de la Guerras de las Galias, el general romano recogió unas palabras de uno de los reyes de una tribu, un tal Ariovisto. Este decía lo siguiente:
“Puedes atacar cuando quieras, ya verás de cuanto era capaz el valor de los germanos. Eran hombres sumamante aguerridos, que durante catorce años no se habían guarecido bajo techo”.
Eso nos deja entrever que esos bárbaros siempre estaban preparados para la guerra. No sólo para hacer frente a los invasores extranjeros, sino que también entre ellos. Sabemos que se enfrentaban frecuentemente con otras tribus vecinas en guerras por controlar territorios.
Al ser seminómadas, una de sus actividades de subsistencia principales era la caza, y eso también les servía para entrenarse. Desde muy temprana edad se entrenaban en el uso de las armas.
Actividad económica de los germanos
En cuanto a las actividades económicas, se dedicaban mayormente a la crianza de ganado bovino, ovejas, cerdos y caballos. Su dieta por tanto era rica en productos cárnicos y lácteos. En cuanto a los productos agrícolas más habituales en sus cultivos, debe destacarse el de los cereales. Pero al moverse bastante tampoco tenían demasiado tiempo para cultivos que requerían largos períodos.
Sobre como criaban a sus hijos, el gran historiador romano Tácito nos da los siguientes detalles:
“Los niños crecen desnudos y sucios, hasta alcanzar esos miembros y contextura que nos causan admiración. Cada madre cría a sus hijos a sus pechos y no los deja en manos de nodrizas o esclavas. No puedes distinguir al amo, del esclavo o del criado. Viven entre los animales y en el mismo suelo hasta que la edad separa a los hombres libres y su valía los distingue”.
A lo anteriormente dicho, de nuevo César añadía:
“A diferencia de los galos, los germanos tienen costumbres diferentes. No tienen druidas que presidan los cultos ni tampoco son dados a los sacrificios. No consideran como dioses sino a los que ven y cuyo favor sienten palpablemente: al Sol, a Vulcano y a la Luna, de los demás ni siquiera tienen noticias”.
La importancia de la guerra
Para los germanos las guerra era un elemento crucial en sus vidas. Para que os hagáis una idea, sabemos que los jóvenes germanos recibían su escudo y su lanza en una ceremonia especial que significaba el paso de un joven a la edad adulta.
Desde ese instante el guerrero jamás se desprendía de ellas, y cuando moría, era enterrado junto a estas. Justo tras recibir sus armas, el guerrero pasaba a recibir una instrucción militar. Una vez formado en su uso, se unía a algún séquito de algún noble o caudillo importante.
Es de nuevo Tácito quien decía que los germanos no habitaban en ciudades. Su tipología de habitat era más bien disperso y los núcleos de población estaban separados unos de otros. El historiador romano decía a su vez que tampoco existía entre ellos la mampostería como tampoco el uso de las tejas. Eso ya nos deja entrever que tipos de construcciones hacían.
Invasiones de cimbrios y teutones
El primer contacto militar que tuvieron romanos y germanos se produjo durante la invasión de las tribus de cimbrios y teutones a finales del siglo II a. C. Ese movimiento migratorio fue enorme, ya que se desplazaron grupos tribales inmensos. Las familias se desplazaban llevándose todo consigo. Según nuestro gran amigo y conocido Plutarco, la migración movió a cerca de un millón de personas. De estos, tal vez 300 mil fueran guerreros. El cual no es un número nada despreciable.
Los romanos y los germanos se enfrentaron en varias ocasiones entre los años 113 a. C. y 105 a. C. En todos esos choques, los germanos derrotaron a los ejércitos consulares. El último choque, el de 105 a. C., tuvo lugar en Arausio, y en él perecieron cerca de 80 mil legionarios. Tras ese desastre, en el año 104 a. C., fue elegido cónsul el gran Cayo Mario.
Tras aplicar sus reformas en el ejército, logró vencer a los invasores en Aqua Sextiae y Vercellae. Según la obra de Tito Livio, los romanos acabaron con cerca de 200 mil germanos e hicieron prisioneros a más de 90 mil.
Nuevos contactos con las tribus
La segunda fase de contacto entre ambas civilizaciones tuvo lugar en el momento en el que César avanzó más allá del Rin al frente de sus ejércitos. Parece ser que la culpa de ello la tuvieron los propios galos, que acudieron a pedir ayuda a varias tribus del otro lado del río. Estos pidieron ayuda a César, ya que fueron muchos los germanos que cruzaron el río y se adentraron en la Galia.
En el año 55 a. C., el general romano cruzó el Rin para castigar a algunas de esas tribus. Pero no todo iba a ser malo, sino que sacó algo de bueno de ese contacto. César en su infinita sabiduría, se dio cuenta de lo beneficiosos que podían serle esos guerreros como auxiliares de sus legiones. Posteriormente los utilizaría en sus filas durante la conquista de las Galias.
Ya en el año 11 a. C., Druso encabezó una campaña en nombre de Augusto en la orilla opuesta del Rin. En esta obligó a la tribu de los queruscos (que a la postre serían los causantes de la derrota de Teotoburgo) a firmar la paz con Roma. También logró someter a las tribus de los Téncteros y a la de los Catos, y un año más tarde a la de los Márcomanos.
Tiberio continuó la tarea de su hermano, ya que este falleció al caer de su montura. El futuro emperador destacó por ser un militar brillante, y en dos años logró someter a todas las tribus germanas.
Aunque eso no duraría mucho tiempo, ya que en el año 1 a. C., las tribus se sublevaron contra Roma. Los romanos tardaron bastante en sofocar esa revuelta. En el año 4 d. C., el mismo Tiberio inició de nuevo una campaña de sometimiento. En esa contó con la ayuda de los queruscos, liderados por un tal Arminio (que creo que os sonará de algo).
¿Conquista de Germania?
Tras esa expedición, parecía ser que los germanos estaban prácticamente sometidos. Eso sucedió en el año 5 d. C., por lo que Augusto decidió que había llegado el momento de asignar a un gobernador de provincia.
Ya casi no quedaba nadie que combatiese contra Roma en aquellas tierras. Y lo que era más importante, las legiones se habían nutrido de importantes contingentes de auxilia que pertenecían a las tribus de la provincia. Por lo que todo apuntaba a que la situación estaba bajo control. O eso parecía por lo menos.
Volviendo al tema del cargo de gobernador de la provincia. ¿Sabéis quién fue el elegido para gobernarla? Pues nada más y nada menos que el infame Publio Quintilio Varo.
Pero esa es ya otra historia que estoy seguro que conocéis de sobra. Por lo que si queréis saber más sobre este personaje y sobre las horribles cosas que hizo tan sólo tenéis que acudir a la infinidad de fuentes que hablan sobre ese fatídico episodio de la historia de Roma.
Un placer haberos escrito unas líneas acerca de las tribus bárbaras de Germania. Os invito a que estéis atentos a la siguiente entrega de ¿Sabías que?
Sergio Alejo
Autor de Las Crónicas de Tito Valerio Nerva y de Herederos de Roma
Dani says
Pero ¿Eran realmente como nos los describen los romanos? Porque a veces las descripciones en la antigüedad son poco fiables. ¿Qué dice la arqueología?
Justo says
El legado historico se ha convertido en un bazar oriental, donde cada cual busca los ingredientes que más le agradan para el guiso que él mismo se ha ideado. El artículo se encuadra perfectamente en la historiografía actual germana, empeñada en idealizar aquellas “nobles” tribus de sus ancestros. Si el Imperio Romano cayó, fue debido a la decadencia de una sociedad incapaz de mobilizar las energías necesarias para su defensa.
Quien desconoce o falsifica su Historia está condenado a repetir los errores del pasado.