Bienvenidos a una nueva entrada de mi blog. En esta ocasión voy a tocar un tema un poco distinto a los habituales. Me voy a adentrar en el análisis de Las profecías bíblicas de Daniel. Ya veréis como son más que interesantes y os darán mucho que pensar, y más en los tiempos convulsos que corren.
Seguro que la primera pregunta que os surge en este punto, es: ¿Quién fue este profeta del que nos vienes a hablar hoy? Vamos a dedicarle unas líneas a esta figura esencial dentro de la tradición judía. Este visionario u hombre bendecido con el don de profetizar debió nacer, vivir y morir entre los siglos VII y VI a. C. Sobre la fecha exacta de su nacimiento, no hay muchos datos, pero parece ser que murió a una avanzada edad, quizás rozando la centena, entre los años 536 y 530 a. C. Eso nos permite hacernos una idea aproximada de cuando nació.
¿De dónde venía Daniel?
Sobre los orígenes de Daniel, sabemos que pertenecía a alguna de las familias nobles del reino de Judá y que tenía lazos con la familia real. Este reino surgió tras la muerte del rey Salomón, cuando el antiguo reino de Israel se dividió en dos, siendo este el del sur. La capital del mismo fue la ciudad de Jerusalén.

Tras la conquista babilonia del reino de Judá y la destrucción de Jerusalén en el año 587 a. C., el joven Daniel fue acogido en la corte del rey Nabucodonosor II. Imagino que sería en calidad de rehén, una práctica bastante habitual en el mundo antiguo. Y es que el rey babilonio, además de destruir la ciudad y el templo, deportó a muchos de los habitantes hasta Babilonia.
La cuestión es que el joven Daniel y varios compatriotas suyos fueron educados en la corte babilonia. Además, el muchacho se ganó el favor del propio rey al hacer una interpretación de un sueño que tuvo el monarca. Lo hizo valiéndose de la ayuda de Jhavé, que se lo reveló. Eso le valió el favor de Nabucodonosor II, que le concedió varios privilegios pese a ser un esclavo deportado.
La profecía del banquete de Belsasar
Otra de las profecías o llamémoslas revelaciones que tuvo Daniel es la ocurrida en el banquete de Belsasar. A grandes rasgos y sin querer profundizar demasiado en el hecho, se trata de una inscripción en arameo que apareció en el transcurso de un banquete celebrado por dicho monarca babilonio. Eso ocurrió después de que el rey Belsasar bebiera de las copas sagradas que se robaron después del saqueo del templo de Jerusalén.

Sin que nadie pudiera interpretar aquellos símbolos, se llamó a Daniel para descifrarlos. Y la sorpresa fue que era un vaticinio de la caída del reino de Babilonia en manos de los persas. El rey Belsasar quedó tan agradecido por el trabajo del profeta que lo colmó de nuevo de privilegios. Pero no pudo llegar a disfrutarlos, ya que la ciudad cayó aquella misma noche. Si queréis saber más sobre este increíble episodio, podéis leer la entrada de mi blog: Ciro II y la destrucción de Babilonia.
Otras profecías
Esa no sería la última de las profecías que Daniel dejó por escrito en su libro conocido como Daniel y que pertenece a las sagradas escrituras. Entre las más destacadas, profetizó el resurgimiento de la ciudad de Jerusalén y la llegada del Ungido o mesías, que posteriormente moriría. Esta es una clara alusión a la llegada de Jesucristo y su posterior muerte a manos de los romanos (aunque detrás de todo estuvieran los propios judíos que le condenaron a ese destino).
Además, otra de las más conocidas profecías y en la que me voy a detener es la del carnero y el macho cabrío, con todas la consecuentes a esta. Si os parece le voy a dedicar unas líneas a explicarla porque me parece más que interesante. Tened en cuenta que este sabio judío, vaticinó todos estos hechos siglos antes de que ocurriera, y lo dejó todo por escrito. Así que me parece si más no, sorprendente que se acabarán cumpliendo todas ellas.
Profecía del carnero y del macho cabrío
Esta profecía me parece espectacular ya que va relacionada con uno de los personajes que más me gustan de la antigüedad. Pero no os lo voy a decir aún, ya que quiero que lo deduzcáis vosotros mismos una vez os la explique.
Vayamos pues con las palabras literales extraídas de la obra escrita por el profeta y después las analizamos: “¡Mire!, había un macho de las cabras que venía del poniente sobre la superficie de toda la tierra, y no tocaba la tierra. En lo que respecta al macho cabrío, había un cuerno conspicuo entre sus ojos. Siguió viniendo hasta el carnero que poseía los dos cuernos, […] y vino corriendo hacia él en su poderosa furia. Y […] procedió a derribar al carnero y a quebrar sus dos cuernos, y resultó que no hubo poder en el carnero para mantenerse firme delante de él. De modo que lo arrojó a la tierra y lo holló […]. El macho de las cabras, por su parte, se dio grandes ínfulas hasta el extremo; pero en cuanto se hizo poderoso, el gran cuerno fue quebrado, y procedieron a subir conspicuamente cuatro en lugar de él, hacia los cuatro vientos de los cielos”. (Daniel 8)
Resolución a la profecía
Ahora que conocéis las palabras del profeta, os lanzo unas preguntas: ¿Quién creéis que era la carnero? ¿Y el macho cabrío? Él mismo lo aclara en otro de los párrafos de su obra, y nos dice: “El carnero que tú viste que poseía los dos cuernos, representa a los reyes de Media y Persia. Y el macho cabrío peludo, representa al rey de Grecia; y en cuanto al gran cuerno que estaba entre sus ojos, representa al primer rey”.

Está claro que el carnero en cuestión representaba al Imperio aqueménida, del que tanto os he hablado en mi blog. Y es más que evidente, que ese rey de Grecia que vendría a conquistar ese Imperio, no era otro que Alejandro III de Macedonia, el magno. ¿Os cuadra ahora? Creo que no está mal teniendo en cuenta que esta profecía se escribió casi tres siglos antes de que ocurrieran los hechos.
Otras profecías en tiempos de Alejandro
Pero no fue únicamente esta profecía bíblica la que se cumplió durante la conquista de Alejandro. Los profetas Ezequiel y Zacarías, que vivieron entre los siglo VII y VI a. C., también hicieron sus pinitos en los vaticinios. Dejaron constancia de que la ciudad fenicia de Tiro sería completamente destruida. Las palabras que el Señor transmitió a Ezequiel fueron las siguientes: «Oh, Tiro, aquí estoy contra ti, y levantaré muchas naciones contra ti como el mar levanta sus olas. Estas destruirán las murallas de Tiro y demolerán sus torres; yo rasparé su suelo y la dejaré como una roca brillante y pelada. Se convertirá en un secadero para redes de pesca en medio del mar«. (Ezequiel 26:1-21). Intrigante si más no.
Y su compañero, Zacarías, dejó constancia de las siguiente revelación: «Tiro se construyó una fortaleza. Acumuló plata como polvo y oro como el barro de las calles. ¡Miren! Jehová le quitará sus posesiones y derrotará a su ejército en el mar; y el fuego la consumirá. Asquelón lo verá y le dará miedo; Gaza se angustiará mucho; Ecrón también, porque su esperanza se convertirá en vergüenza. Gaza perderá a su rey y Asquelón no será habitada. Un hijo ilegítimo se asentará en Asdod, y yo acabaré con el orgullo del filisteo«. (Zacarías 9:1-17).
Entiendo que no os tengo que explicar quien fue el encargado de llevar a cabo dicha destrucción, ¿no? Y es aquí donde me vienen varias dudas a la cabeza, e imagino que a vosotros también. ¿Es posible que esos textos se escribieran con tanta precisión tanto tiempo antes de que ocurrieran los hechos? ¿Podría ser que alguien los hubiera redactado después de que tuvieran lugar? Siempre habrá dudas, y más cuando tenemos que analizar fuentes
Más datos sobre los sucesores del macho cabrío
Pero no solo vaticinó la herencia de los sucesores de Alejandro, si no que aún en tiempos de Ciro II, Daniel recibió nuevas visiones. En estas se le mostraría a las divinidades protectoras de Persia, de Grecia y a los ángeles de Israel defendiendo a sus pueblos. En esa visión le anunciaban que se producirían invasiones y guerras en Israel. Y que estas las llevarían a cabo los llamados rey del norte y el rey del sur, haciendo una alusión más que clara a los que serían sucesores de Alejandro.
Y sin dejar esa profecía del carnero y el macho cabrío, hablemos de la segunda parte de ella. Sobre ese rey de Grecia, vaticinaba que su gobierno sería efímero, y que serían cuatro sucesores los que se repartirían el reino. No iba mal encaminado como ya sabéis ya que Alejandro reinó muy poco tiempo. Sus cuatro sucesores no serían de su misma sangre, sino que como serían sus generales. Es decir los Diadocos, entre los que destacaron cuatro que fueron los más poderosos, Ptolomeo, Lisímaco, Casandro y Seleuco. Así que parece que hasta en ese aspecto acertó el profeta.
En fin, parece que todo se fue cumpliendo tal y como lo había previsto varios siglos antes. De nuevo os planteo la pregunta de como fue capaz Daniel de ver tan claramente lo que iba a ocurrir. Lo escribió de una manera enigmática y sin dar nombres, pero claro, solo habría faltado que hubiera dado tantos detalles.
Una última profecía de nuestro amigo
Quiero concluir la entrada de hoy haciendo mención a una última profecía de Daniel que sin duda os volverá a sorprender. Está correspondería a tiempos posteriores, pero tendría como protagonista a un descendiente de esos diadocos. En ella predijo también la existencia de un reino que acabaría oprimiendo al pueblo de Dios, es decir a los judíos. Este reino impondría una serie de leyes que no serían del agrado de los elegidos, y por ejemplo prohibiría el culto al su dios, exigiendo que se adorara al propio soberano.
Pero el destino de ese reino sería trágico y acabaría siendo destruido por el poder de Dios. Aunque hay algunas dudas sobre ese reino opresor, algunos investigadores, entre los que se hayan algunos autores confesionales, afirman que la profecía se refiere al Seleúcida dirigido por Antíoco IV. También podría referirse a Roma, ya que estos impusieron al pueblo judío, como a muchos otros, el culto a la figura del emperador.

En fin, fuera uno o fuera otro, lo cierto es que ambos acabaron cayendo, así que de nuevo la profecía de Daniel acabó cumpliéndose. Una vez analizadas todas estas profecías que hizo el profeta dejo en vuestras manos el sacar conclusiones sobre el asunto. Yo simplemente me he limitado a traeros esta serie de vaticinios que me parecen sin duda sorprendentes. Que cada cual saque sus propias conclusiones.
Un saludo y nos vemos en la siguiente entrega de la sección.
Rafa Vergara dice
Interesante! Tema poco conocido. Gracias!!!
Sergio Alejo dice
Muchas gracias amigo Rafa. Es muy bíblico pero a la vez interesante. Me alegra que te haya gustado.
Un saludo,
Sergio