¿Qué tal? ¿Cómo estáis?
Hoy os traigo un artículo que no he escrito yo. Su autor es Joan Carles Canela Mir, arquitecto y miembro del grupo de reconstrucción y recreación histórica Barcino Oriens, al cual yo mismo pertenezco. Mi compañero es un admirador de Roma, cómo tod@s los que formamos parte del grupo, y siente predilección por el tema de la agrimensura. De ahí su interés por este tema. Sin más dilación os dejo con él y con sus palabras. Y estad atentos que al final del artículo hay una sorpresa…
¿Cómo se diseñó la Barcino romana?
Pensad en Barcelona hace un poco más de dos mil años. Existía una montaña situada delante del mar, llamada Taber, cuya cima estaba situada muy cerca de donde hoy se encuentra la Plaza Sant Jaume. Un lugar privilegiado, con vistas a las playas y a las tierras fértiles de los alrededores.
Allí es donde se pusieron a trabajar algunos de los técnicos que estaban al servicio del Imperio Romano. Tal vez se tratase de legionarios dirigidos por un Prefectus Castrorum, un oficial con la responsabilidad de trazar campamentos y fortificaciones. Decidieron el punto de partida y la forma de una ciudad nueva que tendría el nombre de Colonia Iulia Augusta Paterna Fauentia Barcino. Una colonia en honor del emperador Augusto, y que se extendería de manera regular, ordenada y moderna sobre toda la montaña. Con manzanas rectangulares y calles anchas y rectas y con una muralla a tocar de las dos rieras que la rodeaban.
Estos hombres eran gromaticis y mensores, los topógrafos de la época. Con una groma, sobre una piedra en el punto más alto de la montaña, un augur hizo una oración y una ofrenda a los dioses del lugar y a la salud del emperador, y trazaron un eje que transcurría de montaña a mar, que se llamaría Decumanus Maximus, y una perpendicular en el sentido paralelo al mar, que se llamaría Cardo Máximo. Hombres con cuerdas y palos con banderines fueron marcando las esquinas de las manzanas de casas. Mientras tanto, una groma paralela a la central marcaba los puntos donde estas calles se encontraban con la muralla, y se señalaban las cuatro puertas. Después un arado, arrastrado por dos bueyes, abrió un surco marcando todo el perímetro, interrumpido donde estaban las cuatro puertas. Finalmente se consagró el recinto con una oración y un sacrificio a los dioses y al emperador.
Mientras allí se iniciaba la construcción de las calles y los templos, aquellos hombres comenzaron a organizar el territorio de la llanura, y con una dioptra, desde lo alto de la montaña de Barcino, enfocaban el resto de montañas cercanas y comenzaron a tomar medidas para organizar y marcar con postes las parcelas iguales que se repartirían entre los colonos que tenían que venir a establecerse en la ciudad. De esa manera se inició la centuriación de la llanura. Una vez escogidos los puntos de referencia, era necesario extender la división de las tierras a lo largo de la llanura, marcando los nuevos caminos que darían acceso a la cuadrícula de parcelas.
Otros técnicos estudiaron como llevar las aguas de las fuentes cercanas hasta dentro de las murallas, para abastecer de agua potable y para sacar los residuos de la ciudad por las cloacas hacia las rieras cercanas. Para ello se usaron los corobates, instrumentos para señalar las pendientes precisas que permitirían traer el agua, con canales en tierra o bien con acueductos. También estudiaban las pendientes de las cloacas que tenían que evacuar las aguas de las lluvias y los residuos de las casas y los baños públicos de la ciudad.
La ciudad se iba construyendo, se utilizaban plomadas, escuadras de constructor y niveles de agua, y las herramientas para tallar la piedra de Montjuïc. Una ciudad que desde aquellas primeras decisiones ha ido creciendo y se ha transformado hasta llegar a ser la que hoy es nuestra Barcelona.
Joan Carles Canela Mir
Arquitecto y miembro de Barcino Oriens
Y bien la sorpresa que os anunciaba al principio es que, un tiempo después de que Joan Carles colaborara con esta entrada en el blog, hicimos una charla en directo con él y con el fundador de Barcino Oriens, Ricard Llop Altés, en la que entramos en más detalle sobre la agrimensura, una disciplina muy antigua. ¡Espero que sea de vuestro interés!
Adrià dice
Hola!
Estoy trabajando de guía y me ha interesado que se haya hecho mención directa a que los ejes de Barcino ya son los de mar-montaña, en vez de los puntos cardinales, como muchas veces se explica.
Se puede decir que los romanos son los primeros a poner en práctica ésta orientación, adaptándose al terreno y por lo tanto sabiendo cuándo hay que ser flexibles con el método usado, es decir, que no siempre se usaba la orientación cardinal?
Gracias!
Sergio Alejo dice
Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices Adrià, y de eso sabe mucho Joan Carles, el autor del artículo, ya que es arquitecto y un entusiasta del mundo romano. Dentro de nuestro grupo de recreación y reconstrucción histórica, Barcino Oriens, no sólo nos dedicamos al mundo militar, sino que tocamos aspectos de la vida civil también. De ahí que Joan Carles, un crac enla materia, haya decidido profundizar en el mundo de la agrimensura. Por cierto, si quieres saber algo más sobre el tema, el fin de semana del 16-17-18 de junio celebramos nuestras jornadas en Barcino, puedes pasarte porqué habrá una demostración de agrimensura en directo, con utensilios de la época que hemos fabricado. ¿Entiendo que eres de Barcelona? Lo digo porqué si te entusiasma el mundo romano, puedes enrolarte en nuestro grupo. Nos reunimos cada quince días en La escuela Joan Pelegrí de Hostafrancs (Sants), Serás bien recibido. Un saludo y muchas gracias por tu opinión.